En el año 2005, tuve la oportunidad de estar en Washington y conocer las oficinas de Gallup. Esta empresa se dedica al análisis y asesoría especializada; ayuda a líderes y organizaciones a resolver sus problemas más estratégicos. Ahí, conocí la metodología clave de Gallup basada en la identificación de fortalezas.
Una fortaleza es algo que realizas bien automáticamente, la mayoría de las veces. Por ejemplo, el carisma es una fortaleza; no se puede desarrollar: se tiene o no se tiene. Aprendí que las personas más felices y que rinden más son aquellas que ponen en práctica sus talentos. Esta idea me obsesionó y decidí implementarla en IEXE Universidad y los equipos con los que colaboro. El libro Ahora, descubra sus fortalezas arranca precisamente de esta idea.
Imagina que tienes en una empresa a Felipe, un empleado carismático. Él se encuentra en el área contable y trabaja ocho horas. A pesar de haber estudiado contabilidad, no se siente a gusto con lo que hace. Pasa sentado casi toda su jornada laboral, al lado de compañeros serios y dedicados a lo suyo. Muy pocas veces socializa.
En esa misma empresa también está Gaby, una empleada que estudió contabilidad, sistemas y TI. Ella se encuentra en servicio al cliente. Gaby es más bien analítica y se siente más cómoda trabajando sola. La idea de tratar todo el día con personas la fastidia. Esto ocasiona que su rendimiento laboral no sea el más óptimo.
Aquí hay algo evidente, ambos empleados tienen cualidades y habilidades, pero no se están aprovechando al máximo. Entonces, ¿qué es lo más pertinente hacer? De acuerdo con el libro, con la capacitación adecuada y el intercambio de responsabilidades, el rendimiento se multiplica y los dos se sentirán felices haciendo su trabajo.
Esta historia es un reflejo del tema principal de la obra de Marcus Buckingham y Donald O. Clifton. A continuación, te platico sobre ella.
Portada del libro Ahora, descubra sus fortalezas en su edición en inglés de Marcus Buckingham y Donald O. Clifton
En 2001, fue publicada inicialmente en inglés, con el título Now, Discover Your Strengths. El libro te ayuda a identificar tus fortalezas y a utilizarlas de la mejor manera para maximizar tus logros o resultados. Se basa en una investigación efectuada en más de 2 millones de personas.
Los resultados de esta investigación permitieron a los autores construir una prueba muy sólida para conocer tus cinco principales áreas de talento.
La lección principal del libro es que las personas tenemos ciertos talentos y que, al identificarlos, podemos aprovecharlos mejor. Hay ciertos aspectos en los que somos buenos y que pueden ayudarnos a desarrollar fortalezas. Estas fortalezas se construyen a partir del talento, conocimiento y las habilidades de una persona, e influyen en su desempeño y resultados.
Los autores consideran que el talento es un atributo innato, imposible de aprender. Por ejemplo, somos muchos los que podemos disfrutar de un partido de soccer, pero son pocos los que pueden hacer maravillas con un balón, como Messi o Zidane.
El reconocimiento de talentos es necesario para desarrollar las fortalezas de una persona. Esto conlleva todo un proceso y puede presentar obstáculos. “Cualquiera es capaz de aprender a competir en cualquier ámbito” es una idea que puede frenar dicho proceso.
Uno de los capítulos que más me gusta del libro se titula Vidas sólidas. Para los autores, una persona tiene una vida sólida cuando rinde más, se siente más realizada y más exitosa. El secreto para lograr esto se encuentra en su capacidad de descubrir sus fortalezas y organizar su vida para que pueda ponerlas en práctica: de nada sirve conocer nuestros puntos más fuertes, si no vamos a usarlos.
Para Buckingham y Clifton, los principios de una vida sólida son:
1- Para que una actividad sea una fortaleza, se requiere realizarla de manera constante. Esto significa que algo que se realiza ocasionalmente bien no es una fortaleza.
Por ejemplo, no puede decirse que alguien es un excelente conferencista, si de las ocho conferencias que ha dado, en dos captó toda la atención de su público y en el resto terminó aburriéndolo.
2- Para sobresalir, no es necesario tener fortalezas en todo lo que implica el rol que una persona desempeña. ¿Qué significa esto? Que no se puede ser perfecto o alcanzar la perfección en todo.
3- Para destacar, deben pulirse las fortalezas, no corregir las debilidades. Es decir, es más importante afianzarte en lo que eres bueno, que en lo que no eres tan bueno.
Los dos principios anteriores caben en este ejemplo: un director en una empresa puede tener como fortaleza el liderazgo motivacional, pero como debilidad la planeación estratégica. En lugar de omitir esta debilidad, le delega dicha tarea a un experto en la materia. Así se enfoca en lo que hace bien: motivar a sus empleados a alcanzar las metas de la organización.
Además, los autores nos ofrecen en los apéndices las instrucciones para aplicar el perfil de fortalezas y las preguntas que fueron empleadas en la investigación, las cuales fueron decisivas para el desarrollo de este libro.
Porque, para quienes estamos en una posición de liderazgo, es crucial descubrir los principales talentos en nuestros equipos y sus integrantes. De esta manera, contaremos con más herramientas para distinguir entre uno y otro y podremos encontrar el espacio donde cada elemento se desenvuelva mejor.
Otro de los aspectos a resaltar de Ahora, descubra sus fortalezas, es que, además de ofrecer fundamentos teóricos sustentados, proporciona un enfoque práctico: abarca una prueba o cuestionario virtual basado en 34 fortalezas específicas.
Hace ya varios años que hice esta prueba. Gracias a ella, identifiqué aquellos talentos que tengo y para qué son útiles. Esto me ha permitido enfocarme en lo que soy bueno. También pude identificar algunas áreas de oportunidad. Así, he podido trabajar en corregir mis carencias, pero solo después de priorizar el desarrollo de las habilidades con las que cuento. ¡Claro! También he aplicado de manera formal la prueba en varios colaboradores y los resultados han sido grandiosos.
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