Como especialista en políticas, he sido testigo de la aplicación de distintas metodologías para resolver un mismo problema. He visto todo tipo de soluciones, algunas con mayor complejidad y otras con menos. En mi experiencia, no siempre las soluciones más rebuscadas son la mejor opción. Muchas veces los problemas requieren simplicidad para resolverse, solo que la mayoría de los servidores públicos no entienden esto.
Hoy voy a recomendar un libro útil para tomadores de decisiones que desean mejorar la gestión pública a partir de esta idea. El autor, Cass R. Sunstein, actualmente se desempeña como académico en Harvard y ocupó la dirección de la Oficina de Información y Asuntos Regulatorios (OIRA) durante la gestión de Barack Obama.
Portada del libro Simpler: The Future of Government de Cass R. Sunstein
El libro Simpler: The Future of Government es sobre hacer las cosas de forma más sencilla. Propone a los gobiernos superarse, aprovechando el aprendizaje de lo que realizan realmente bien. Merece la pena aclarar que NO es un llamado a disminuir el tamaño de los gobiernos, sino a restar complejidad a su operación, independientemente de su tamaño.
En esta obra, el autor comparte su experiencia como Director de la OIRA. Desde esta responsabilidad, Sunstein supervisó la emisión de casi dos mil reglas de agencias federales y promovió la simplificación en diversas áreas:
Asimismo, promovió que las acciones gubernamentales se basaran en hechos y evidencia, no en la intuición o compadrazgos. A partir de la identificación de los que funciona y lo que no: 1) se elaboraron regulaciones más simples, 2) se quitó complejidad a las ya existentes y 3) se eliminaron regulaciones innecesarias.
A continuación, te muestro las dos aportaciones más valiosas del libro:
¿Cómo saber si un reglamento es buena idea?
Sunstein sugiere hacerlo revisando hechos y datos. En esto hace énfasis porque, con frecuencia, cuando los servidores públicos deciden implementar o no una regulación o reglamento, suelen llegar a juicios poco claros, influidos por sus valores y creencias. Esto suele derivar en desacuerdos que casi nunca llegan a buen puerto. Por ello, es tan relevante que, para tomar una decisión, se revisen los hechos y datos. Veamos.
Imagina que se busca mejorar la seguridad en las carreteras por medio del establecimiento de una nueva regla. Sin revisar datos ni hechos, encontramos entre los reguladores algunos a favor y otros en contra. Después de realizar un análisis riguroso de datos, se descubre que la regla no ayudaría a cumplir su objetivo; por ende, la regla se torna difícil de defender.
Al discutir una regla o un reglamento, los servidores públicos deben recurrir a los datos. Una herramienta que suele utilizarse para determinar si una intervención funcionará o no, es el análisis costo-beneficio.
¿Qué se pierde el gobierno al revisar los hechos desde un segundo plano?
Al trabajar con funcionarios de los tres órdenes de gobierno, he observado que, de manera recurrente, se deja en segundo plano información determinante para la toma de decisiones. Datos y evidencia son pasados por alto, mientras se priorizan creencias y suposiciones con poco rigor. Esto, afortunadamente puede evitarse.
En el libro, Sunstein explica cómo se pueden crear incentivos para lograr que los decisores presten atención a los datos que sí importan. Justo como sucede en las tiendas de conveniencia, donde de forma intencional son expuestos ciertos productos para que sean comprados por los consumidores, aun cuando no hayan ido con la intención de adquirirlos.
Esta estrategia de poner información sólida en un primer plano se denomina empujón. Lo que se busca es mostrar, a los servidores públicos, información que valide si un proyecto es viable o no. Existen muchas formas de hacer esto. En las presentaciones ejecutivas, por ejemplo, los resultados de las factibilidades pueden resaltarse con colores específicos o exponerse con un énfasis mayor que el resto del discurso.
¿Por qué lo recomiendo?
Porque es un libro muy útil, con recomendaciones para que el gobierno mejore su gestión y, al mismo tiempo, contribuya al bienestar de los ciudadanos. Como especialista en políticas públicas, considero que la alternativa que proporciona Sunstein, sobre simplificar mecanismos y procesos gubernamentales, puede mejorar la toma de decisiones y evitar que se implementen medidas gubernamentales complejas que poco o nada contribuyen a la resolución de una problemática.
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